http://www.ideal.es/jaen/jaen/201412/12/-20141211221813-v.html
dos hablan de participación ciudadana, de horizontalidad, de soberanía popular, de nuevas formas de hacer política, pero en la práctica, ¡vaya jaleo que hay montado en la ciudad de Jaén con Ganemos y Podemos! Estos últimos, inmersos ahora en el proceso que culminará con la elección de la persona que será su primer secretario general y las dieciséis personas del consejo ciudadano, con cuatro aspirantes a la secretaría general y tan solo una diferencia de criterio: la participación o no - sin las siglas, con la fórmula de agrupación de electores - en Ganemos Jaén. Tres de los cuatro aspirantes abogan por una agrupación de electores propia, con un nuevo nombre, ni Ganemos ni Podemos, y el cuarto, en concreto David Peñafuerte y su lista, que plantea participar en Ganemos si se acepta una serie de condiciones, fundamentalmente que sea una agrupación de electores y no una suma de siglas.
Hay más de setecientas personas inscritas en Podemos en Jaén y, por tanto, ellos y ellas decidirán con su voto entre los cuatro candidatos. El problema es que se vota en dos semanas y no está nada claro qué provoca cuatro candidaturas, cuatro.
Y si quieren lo complico un poco más. Supóngase que gana una de las tres listas que plantean una agrupación de electores diferente a Ganemos Jaén, con lo cual en las próximas municipales tendríamos junto a los partidos habituales, descontando a Izquierda Unida, un Ganemos Jaén y. Ganamos en Jaén, por ponerle un nombre.A todo esto, sin explicarlo con claridad, la Asamblea Local de Izquierda Unida apuesta abiertamente por Ganemos y renuncia a presentarse con las siglas propias. Probablemente, consciente de su extremada debilidad, y una vez más, actuando por libre. Pero en cualquier caso, tomando una decisión valiente y arriesgada. No habría candidatura de IU, como tal, en la ciudad de Jaén, en las próximas elecciones municipales.
¿Recuerdan aquello de divide y vencerás? Pues eso. Que los partidos mayoritarios tan felices con todo esto. Me da la sensación de que hay un exceso de personalismos y egos, muy por encima de lo que preconiza, al menos en teoría, el movimiento Podemos. Porque temo que, una vez más, y ojalá me equivoque, los ombligos son protagonistas, mirándoselos y mirándoselos, mientras una parte de la ciudadanía sigue a la espera de un poquito de ilusión compartida.
Un buen lío, pero sumamente apasionante. ¿Habrá fumata blanca?
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